Profesor Guillermo Cesar Vadillo
  El observatorio contra la discriminación
 
El observatorio contra la discriminación

Los 21 días de la huelga del campo golpearon fuerte al Gobierno nacional, como resultado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, apunto contra la prensa debido a la cobertura que efectuaron respecto al problema.

En uno de sus discursos expresó: «Nos deben la calidad institucional y democrática que han reclamado desde siempre, por supuesto a los otros,nunca a ellos mismos «, luego continuó diciendo «Parece ser que hay una prohibición decretada desde algún lugar de que comunicar a los argentinos de que las cosas nos van mejor o que también pasan cosas buenas en la Argentina, fuera algo que esta demás o molesta; esto no significa que los medios deban describir paraísos porque los paraísos no existen en la Tierra». Estas palabras las expresó durante un acto en la Casa de Gobierno en la que se firmaba un acta de inicio de obras habitacionales para la Provincia de Buenos Aires, pero en la que solo habló para criticar al periodismo.

El matrimonio gubernamental quedo muy afectado por el tratamiento de la información respecto a la situación del campo. El problema de la discriminación es la excusa para darle marco al tema del observatorio, les molesta la prensa crítica y la enmarcó como enemigos del sistema. El observatorio de medios funciona desde el 2006, pero según analistas se busca darle más poder desde el plano oficial. Se halla compuesto por Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI), el Consejo de la Mujer y el COMFER. Por instrucciones de la Presidenta se invitaron a todas las Facultades de Ciencias Sociales de las Universidades Nacionales, con el fin de aportar una mirada crítica y conceptos académicos para la construcción de un relato que garantice y fomente la pluralidad de opiniones y voces.

Lo actuado muestra un intento del gobierno nacional de fiscalizar la labor de la prensa independiente, creando un comisariato político que instaure la censura en el país. Se corre de esta forma el riesgo de sumergir a la Nación en el peor de los autoritarismos, al pretender fiscalizar la labor de la prensa independiente. La libertad de prensa es la madre de todas las libertades y se halla contemplada en la Constitución Nacional.
Es conveniente destacar que el Código Penal es claro al respecto dictamina el castigo para quienes transigieren la libertad de prensa. El dictamen no compete al gobierno sino a los jueces.

Es necesario tener siempre presente que en una democracia la prensa independiente es el más formidable órgano de control del que puede valerse un gobierno para corregir sus errores y tener una amplia visión de lo que esta haciendo. Es mil veces mejor recibir un ataque injusto de algún medio que cercenar las libertades de millones de argentinos.

No debe olvidarse que la tentación de todo sistema que tiende a una dictadura es controlar la información pública. El desprecio hacia la prensa libre atenta contra democracia que la consolida como uno de sus pilares de la libertad. Un gobierno que no la respete y ataque a los periodistas situándolos bajo sospecha, pervierte la naturaleza misma de la Democracia.

Lo expuesto nos lleva a la siguiente reflexión el matrimonio gobernante cree tener enemigos no adversarios, esto los lleva a no poder pensar la disidencia en términos democráticos, por tal razón se sienten vitalmente amenazados, toda vez que se haga oír una voz que no coincida con la suya, les responden con amenazas y descalificaciones.

Los medios se exponen día a día al escrutinio de sus audiencias, en muchos países existen observatorios que pueden ser muy beneficiosos en tanto sean plurales y ajenos al poder, no es el caso de lo que se pretende en nuestro país, nadie puede estar dispuesto a someterse a un Tribunal parcial que no acepta apelaciones y que se disfraza de Observatorio.

La necesidad de convertir al periodismo en un ejército sospechoso solo busca confundir a la ciudadanía. Las alocuciones públicas de la Presidenta, rodeada de coros de aduladores que se sitúan estratégicamente en los mítines contienen mensajes claramente mesiánicos. Desde el clásico «yo soy el pueblo» continua siempre la idea de un complot contra el gobierno cada vez que un grupo opositor expone su idea.

La Argentina vive hoy una dualidad demoníaca, esta en buenos momentos económicos, pero a la vez se halla contaminada por el odio de la historia, las prácticas autoritarias del poder y la violencia de la calle. Una masa informe rodea a la Presidenta que la hace creer fuerte; pero la claque, el griterío, la adulación y la violencia, solo le da la razón a los lerdos, pero se la niega a los sensatos.

Guillermo Vadillo
 
  53403 visitantes (97346 clics a subpáginas)  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis