ALGO MAS SOBRE LA CELEBRACION DEL BICENTENARIO
Decía Julián Maria en una de sus obras “el hombre es según el país y la época en que vive más o menos feliz” esta frase me llevó a la siguiente reflexión. En el Centenario la sociedad argentina se sentía optimista y partícipe de un proyecto de vida en común, con fuerza positiva, alcanzaba a todos los sectores sociales más allá de sus situaciones individuales. Estas vivencias son el mejor termómetro para comprobar que hace cien años el país era una fiesta y los argentinos miraban confiados el futuro,
Ese 25 de mayo de 1910, la ciudadanía toda acompañaba con banderas argentinas los festejos que se celebraban. El clima festivo que se vivía en las calles era percibido por las numerosas e ilustres personalidades que visitaron al país ese día. George Clemenceau político y escritor francés escribía “la conciencia de una gran obra cumplida y la fuerte sensación del hermoso desarrollo de una voluntad, cuyos efectos se revelan cada día en extraordinarios espectáculos, inspiran al pueblo argentino”.
Hoy los sistemas políticos definen las líneas centrales que nos tocan vivir, la identidad se ha perdido y fue remplazado por una conservación de la especie, cambia fuertemente de rumbo, solo le interesa perdurar, hoy pueden ser capitalistas y mañana acentuados comunistas, puede crear la subversión y luego reprimirla, quemar iglesias y más tarde entrar en la ortodoxia cristiana. Podría citar infinidad de ejemplos que los argentinos hemos vivido en estos últimos cincuenta años.
Las causas de estos males son claras: el lucro sobre ideologías o la vanidad humana que lleva al político a la búsqueda del poder absoluto, perdiendo la mesura, la sensatez y la madurez intelectual.
Hoy nos preguntamos ¿Qué ideales nos unen? ¿Qué sentido de Nación tenemos? Son preguntas sin respuestas, porque priman en los gobiernos la idea de Maquiavelo “divide y reinarás”.
El Bicentenario debe ser la gran celebración de los argentinos. La Revolución de Mayo fue diferente de otros procesos latinoamericanos de su época. En sus contenidos y en sus resultados, por la cultura rioplatense que la impulso. Nuestras próximas generaciones la deben conocer, en la búsqueda de la identidad soñada.
Sumemos nuestras voces para que la presidente de la Nación “Doctora” Cristina Fernández, deje por un día su autismo, frivolidad, mediatez y convoqué a suspender por unas horas la maquinaria ciega de rencor y vivamos con gran alegría el memorable aniversario de la Revolución de Mayo.
Guillermo César Vadillo