Profesor Guillermo Cesar Vadillo
  LA CLASE MEDIA
 

   LA CLASE MEDIA

 
¿ Que es una clase social ? Se la puede definir como la identificación de un conglomerado humano, a partir de una serie de condiciones objetivas y subjetivas que, en conjunto, configuran una cultura, entendida ésta como un modo de existencia, una manera de ser, de pensar y de obrar.
En las zonas urbanas, en donde tiene origen la desintegración de los valores tradicionales de la sociedad, tal como ocurre por ejemplo en la vida laboral o en la vida familiar, donde las promesas de ascenso social son comunes, muchas personas consideran estar al pie de una escalera que los conducirá hasta un bienestar material, permitiéndoles en un futuro no muy lejano abandonar la clase asalariada. Estos grupos humanos configuran en general la clase media.
La expresión clase media es muy vaga, dado que se trata de una serie de capas sociales superpuestas y cambiantes, como es el caso de una clase media a la que se podría considerar alta y que correspondería a un estrato cultural y económicamente rayano en las fronteras de la alta burguesía y aún de la aristocracia, encontrando su límite inferior en una clase baja que no se identifica con la clase obrera, de la cual intenta objetivamente diferenciarse.
La historiadora norteamericana Karen Halttunen, considera que en la Europa del siglo XVIII el término clase media se refería a las personas que ocupaban una posición social estática, entre los extremos del campesinado y la aristocracia. Una posición que, en ese momento podía ofrecer sólo oportunidades modestas de progreso. En el siglo XIX, la clase media adquiere un significado nuevo, comprendiendo al grupo o estrato que se halla empeñado en el paso de una posición social más baja a otra más alta.
Karen Halttunen sostiene que “ esta clase media vive suspendida entre los hechos de su posición social actual y la promesa que da por sentada de su futuro económico”. La escalera de la clase media tenía al menos la misma posibilidad de ir hacia abajo que hacia arriba. Esta movilidad social alimentó al mercado de las apariencias que dio lugar a la vida industrial que nace en el siglo XIX, el que se caracterizó por las modas, mobiliarios y otros objetos simbólicos, que permitían dar un aparente “status” a este grupo social esforzado en aparentar una situación de riqueza.  
La obsesión de la apariencia se introdujo activamente en la vida de la naciente clase media del siglo XIX y será el factor fundamental de su existencia en el futuro. La vida del clasemediero se transforma así en una mascarada en la cual no solo afecta a su necesidad de consumo, sino que adopta una serie de modismos a los que considera las formas que le permitirán extraerlos de su pobreza material y espiritual. Con caras sonrientes y despreocupadas enmascaran en realidad corazones doloridos, con acento de amabilidad se dirigen hacia sus enemigos, pero muchas veces con frialdad a sus amigos.
En este proceso, la mujer de clase media desarrolla un papel importante, tratando de presentar sus credenciales clasemedieras a costa de cualquier sacrificio, representando un papel de ociosa existencia ostensiblemente dependiente de la servidumbre o de sus equipos electrodomésticos.
La ansiedad de la clase media apunta al surgimiento de la sociedad de consumo, en la que abundan los símbolos de posición producidos en serie, en donde el valor de la persona no se basa en lo que hace dentro de la sociedad, sino en lo que tiene. Esta actitud transforma la verdadera identidad del hombre en algo fundado casi exclusivamente en su capacidad de comprar y consumir.
En la búsqueda permanente para salir de su anonimato, el hombre de clase media trata de vincularse al poder político, considerando que de esta forma podrá conseguir rápidamente los bienes necesarios para lograr la felicidad material de su efímera vida. Para cumplir con sus fines efectúa divisiones entre personas que, de otra manera, podrían identificarse entre sí.
La irónica posición de la clase media se compromete al mismo tiempo con la idea democrática y también con la conformación de elites cerradas. Se puede decir que la clase media siempre es un campeón firme de la igualdad cuando se trata de humillar a una clase ubicada encima de ella, pero es un enemigo inveterado de la igualdad cuando se trata de elevar a una clase que se halla debajo de ella.
En tiempos normales la clase media engrandece las naciones, no ocurriendo lo mismo en tiempos de cambio, dado que son timoratas, poco amigas del riesgo y de la aventura. El individualismo que la acosa, su falta de identidad, sus inmensos temores por su incierto destino, su conformismo, son entre otras las causas que la han llevado a su peor encrucijada. Hoy se siente desposeída, debiendo reconocer su culpabilidad; híbrida, descomprometida, imitadora de lo que no puede ser, renegando de lo que fue.
 Con estas tendencias características de la clase media modelada bajo la adquisición de bienes y su exhibición, se conforma su actual idiosincrasia.
En los años que rodean al 1900 la Argentina quema vertiginosamente las etapas de su modernización. Coincidentemente, la estructura de clases se altera, aparece una nueva clase media, que busca canalizar en lo político su poder económico y social, el canal de estas aspiraciones es el partido radical, sus metas inmediatas son liberales. Regular el funcionamiento de las instituciones republicanas, vigencia plena de la constitución, eliminación del fraude, consagración del sufragio universal, son entre otros los objetivos radicales. A pesar de su triunfo, el poder político real continuó en manos de los tradicionales detentadores del poder económico.
Con la revolución de 1930, la clase media que había florecido junto con el radicalismo irigoyenista, no lo comprendió y siguió aferrada a los viejos esquemas liberales, apegada a sus viejas formas declamatorias desprovistas de todo contenido, las que continuaran hasta nuestros días.
En el año 1945, la clase media pudo haber tenido su despertar, pero prefirió seguir dormida, clamando indiscriminadamente por las libertades concluidas.
Con el advenimiento del gobierno de Juan D. Perón, se produce una pasiva aceptación del sistema, pero con la revolución de 1955 la clase media se vuelca a la calle a medias eufórica y a medias histérica. En 1975 aun no define su perfil, a pesar de sus quejas, cree firmemente en el proceso militar, considera que va a haber orden, y la clase media ama el orden que es su seguridad. “Por algo será”, es su slogan y cierra así sus ojos frente a las iniquidades que se cometen.
La clase media argentina vive hoy en una sensación de angustia, económicamente asfixiada, se puede decir que se halla en el epicentro de su destrucción, pero a pesar de ello continúan sus contradicciones, alternativamente se reclutan en ella los núcleos socialmente más dinámicos o se hallan los soportes para toda resistencia al cambio.
El hombre de clase media, con un ingreso inferior o igual en muchos casos al de un obrero, y aún bajo el fantasma de la desocupación maneja valores sociales, económicos y morales de la burguesía. Admira al gerente y al patrón de la empresa porque quisiera alcanzar su poder económico y desprecia al obrero por su falta de educación, por sus costumbres y su falta de cultura. Pese a estar inserto en un sistema que le anula toda probabilidad de progreso y lo desprotege socialmente mantiene un individualismo neto, viviendo con la esperanza de que un golpe de suerte le dará el poder dentro de la sociedad, al que no tuvo hasta el momento acceso.
Al carecer de un nivel intelectual mayor, basa todas sus aspiraciones en el dinero que para él es la llave de ingreso a la felicidad. Maneja permanentemente deseos insatisfechos procedentes de valores materiales que nunca llegará a satisfacer, ya que las necesidades materiales son ilimitadas desde cualquier escalón de status económico que se posea.
A nivel individual, el hombre de clase media, puede encontrar sus propias salidas: la mayoría de los intelectuales (profesionales,investigadores, artistas, etc.) surgen de la clase media. Pero debo aclarar que esta salida es valedera en cuanto adquieren conciencia de su limitación de clase, en cuanto puedan encabezar u orientar el pensamiento de su época, o en cuanto puedan trasladar sus limitaciones de clase a acciones humanísticas más importantes, pero se debe reconocer que estas son las excepciones.
En general los políticos y los gobiernos cuidan más de los extremos que de esta clase sin identidad ni unión, debido a que la presencia por un lado de la fuerza económica y por otro del número y organización sindical, son los factores que más pueden afectar a las decisiones gubernamentales o los resultados electorales. Sin embargo, es a esa clase social de apariencia frustrada, cuyo elemento esencial de su vida lo constituye la familia, que busca educar a sus hijos, con increíbles esfuerzos, con libros de textos cada vez mas inabordables, con pocos lugares de esparcimiento, fomentándose en ella todas las tentaciones, a la que los gobiernos más tendrían que atender y fortalecer, en vez de castigarla duramente con su política fiscal y salarial. El porvenir será de temer el día en que la clase media se convierta verdaderamente en rebelde, salga de su apatía o desaparezca.
A manera de conclusión, quiero expresar que al adoptar una actitud crítica frente a la clase media, a la que considero que pertenezco, mostrando sus contradicciones frente a la sociedad, es ayudar aún en lo mínimo a una forma de toma de conciencia.
Como dije en párrafos anteriores, la clase media vive su melancólica angustia, su depresión es razonable, su opresión no es inventada, existe, late y duele. Ortega y Gasset dijo en un ensayo: “Si la clase media sigue siendo mayoría bastarán 30 años para que retrocedamos a la barbarie “ , me atrevo a discrepar tímidamente con el filósofo del que soy profundo admirador. Quisiera continuar con la creencia que me inculcaron mis padres y maestros en mi infancia “ Tener clase media es una suerte ”.
No puede haber Argentina potente con una clase media vencida. La angustia también lleva a la reflexión.   
 San Miguel, 22 de julio del 2002
 
 
Guillermo César Vadillo             
 
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