LA BRECHA GENERACIONAL
En los siglos pasados el cambio de la perspectiva humana fue muy lento, con la aparición de la ciencia clásica se comienza a modificar el entorno del hombre, el que sufre un gran impacto en el siglo XIX, y con el advenimiento de la Revolución Industrial, se modificará la vida en la sociedad.
En el siglo XX nace la ciencia moderna y el cambio producido por la Revolución Industrial se acelera, pero a raíz de la Segunda Guerra Mundial, sufre un aletargamiento
durante el tiempo que dura el conflicto. En el año l945, un hecho conmociona a la humanidad y pone fin a la guerra, al detonar en las ciudades japonesas de Nagasaki e Hiroshima, la primera bomba atómica, que asolará a las ciudades mencionadas, las que sufrirán durante muchos años posteriores a la explosión, las consecuencias originadas por la radiación..
Este hecho marcó un hito en la vida de nuestro planeta, el que originará un cambio irreversible, dando lugar a agudas diferencias entre militares y científicos, sobre la capacidad de la ciencia moderna para modificar la guerra o para estar al servicio de la humanidad.
El avance incontrolable de la ciencia y la tecnología, modificaron el entorno social, dando lugar a que los centros de interés de los hombres sufran una acelerada variación a lo largo de sus vidas.
Un nuevo mundo nace después de la guerra, y es a todas luces distinto del que se vivía con anterioridad al conflicto. Este evento marca la discontinuidad en la historia de la humanidad, y tendrá como consecuencia el nacimiento de la brecha generacional que se producirá en el futuro.
El hombre, durante su desarrollo individual, debe pasar por distintas etapas, las que presentan situaciones con necesidades y exigencias distintas. En consecuencia, todos los hombres poseen características que le son propias y que lo diferencian de los demás. Pero existe en todos ellos un rasgo natural, que les es común y el que nunca podrá ser modificado, mientras que no cambie su naturaleza, y es el relativo a sus ansias de dominio. Así el hombre busca dominar a la mujer, los adultos ejercen su dominio sobre los niños, los gobiernos en los países subdesarrollados no guían a sus pueblos sino que los dominan, esta nómina, de continuar resultaría, interminable .
Los hombres anestesiados por el mundo tecnológico que los rodea y que los limita en su capacidad de pensar y razonar, aceptan pacientemente la dominación, perdiendo el verdadero sentido de sus vidas.
Esta situación, produce un fuerte impacto en el desarrollo de la juventud, que llega a la errónea conclusión de no valen la pena los esfuerzos para lograr encausar su vida futura, y que la única cosa valedera que se puede hacer es disfrutar el momento, es decir disfrutar lo que la vida les ofrezca mientras ella dure. Esta situación se encuentra enmarcada por la oferta que le ofrece el mercado y los medios de comunicación, con su pretendida promesa de libertad, pero que en su contracara, se halla una garantía de exclusión
Los ejemplos que encuentran a su alrededor le dan de alguna forma razón a sus pensamientos, pues ven que los productos nacidos de la revolución científica, tienden a controlar la mente del hombre, y a su vez comprueban que los conceptos que le inculcaron a través de su educación sobre la hermandad humana y la justicia social, como premisas fundamentales de la sociedad, en la práctica son solo teorías. y que aquellos jóvenes que buscaron la concreción de las mismas a través de su idealismo, éste fue manipulado de forma tal , que en muchas ocasiones los colocó al margen de la sociedad. De esta forma fueron sorprendidos en su buena fe, y se aprovecharon de sus ideales de buscar un mundo mejor, para ser instrumentos de adultos que al reclutarlos, sólo buscaban desembarazarse de sus enemigos, o bajo el pretendido concepto de justicia social, concretar sus ansias de poder.
Su descreimiento se hace aun más fuerte al comprobar, que los ideólogos de los movimientos revolucionarios, en los que se encontraron involucrados muchos jóvenes, terminaron pactando con sus antiguos enemigos, para posteriormente asimilarse al mismo sistema que antiguamente habían combatido.
Comprenden que sin darse cuenta esos jóvenes sirvieron de coartadas a los gobiernos militares, para que pudieran bajo el pretexto de la seguridad nacional, aumentar su acción represiva y hacerles cargar sobre sus espaldas, los males que provenían del sistema.
Hasta hace muy poco tiempo los jóvenes de nuestro país, entre los diez y ocho y veintiún años, debieron pagar un tributo a las instituciones militares, dedicándoles un año o mas de sus vidas, para ejercer una forma de esclavitud cívica al servicio de las fuerzas armadas. Este impuesto que debían pagar los jóvenes por haber nacido en nuestro país, llego a cobrar en muchas ocasiones un precio muy alto, que fue a veces el de su propia vida.
Tal es el caso de la aventura irresponsable en la que se vio envuelto uno de los mas siniestros jefes de la sangrienta dictadura militar que soporto nuestro país, cuando decide invadir las Islas Malvinas, sin tomar en cuenta, la falta de recursos y de preparación de los oficiales que deberían dirigir el combate, en una guerra desigual, extemporánea, sin condiciones ni posibilidades de éxito. No tomando en cuenta las consecuencia futuras que este accionar produciría a la Nación, con esta actitud irracional envío a cientos de jóvenes a una muerte segura.
Bajo la consigna “Mas allá de las diferencias políticas está el honor patrio”, se pretendía exacerbar el espíritu nacionalista de la población, tratando de acallar de esta forma el descontento interno que sufría el país, por los desaciertos de la dictadura militar.
.Cuando el pueblo recibe la noticia se lanza a la calle eufórico y con gran júbilo, vitoreando el patriótico desplante de su sayón. Con la actitud que asume el pueblo, pareciera que el honor patrio se halla divorciado de las bajas cuestiones políticas; como la justicia social, las libertades individuales, el derecho a la vida y otros tantos males que trajeron aparejados los años de la dictadura militar.
Finalizada la dictadura, el país retorna a la democracia, los jóvenes espectadores de la historia, confían en ella, pero su confianza dura poco y van perdiendo la confianza en el poder político. Comprueban que los gobernantes elegidos por el pueblo, lejos de cumplir con el mandato que la ciudadanía les acordó, solo buscan su lucro personal, y para ello no miden el grado de corrupción en que sumen a la Nación, desconociendo en el cumplimiento de sus fines la importancia de la justicia, la que llevan a un alto grado de venalidad y complicidad delictiva.
Frente a la situación que en rápida síntesis he planteado, la juventud debe aprender la lección, tomando conciencia del rol que deberá desempeñar en el futuro, cuyo fin debe ser tender a lograr una sociedad más justa. Reconociendo que el viejo armazón, que forjaron para nosotros las generaciones pasadas, se resquebraja y que ya no resiste más remiendos.
La juventud debe ser conscientes de esta situación y comenzar a construir un nuevo armazón que permita sustentar una sociedad mejor, pero para cumplir con este proyecto, resulta importante que se preparen y para ello deben contar con una fuerte educación la que apoyada en la instrucción, deberá buscar formar aptitudes y actitudes correctas, que le permitan en un futuro próximo actuar en una comunidad, en la que deben imperar valores esenciales como el respeto y la honradez, de esta forma se podrá conciliar la política con la moral.
El movimiento que debe nacer en la juventud, se debe basar en la creación de una igualdad real entre los hombres, creando los instrumentos políticos gracias a los cuales esos hombres puedan tomar decisiones correspondientes a la gran orientación de su destino. Resulta claro que la concentración de los poderes -político, económico, militar, tecnológico, constituyente, cultural informativo - en manos de una selecta minoría - como resulta en la actualidad, no permite la modificación del entorno social que se debe buscar..
En su contexto , las selectas minorías políticas esgrimen estas cualidades para conquistar el poder y mantenerlo, aun mediocremente, pero no se encuentra la relación con las cualidades necesarias para resolver los problemas que plantea la sociedad moderna.
El resultado se tiene a la vista y se halla representado por una situación en la cual la conservación del poder es asegurada de más en más, y las soluciones que la sociedad espera de ese poder aparecen cada vez menos. La autoridad sube, la competencia desciende. Como ninguna crítica puede frenar el ascenso de la primera y la caída de la segunda, hay un deslizamiento hacia una sociedad cada vez mas dominada y menos gobernada.
Los jóvenes deben tener presente esta realidad, pero también que el futuro les pertenece, pero deben empezar a diseñarlo desde ahora. En su proyecto, deben considerar eliminar bajo la acción democrática a esa elite de políticos que solo buscan llegar al poder para lucrar con el poder mismo, olvidando que la política es ante todo vocación de servicio.
Las nuevas generaciones deben orientar sus esfuerzos en la búsqueda de una sociedad mejor, en la que merezca la pena ser vivida. y en la que se privilegie el culto a la dignidad humana, ahogando los instintos primitivos del hombre. Sólo la juventud puede moldear con éxito un mundo mejor.
Guillermo César Vadillo