Los argentinos buscamos denodadamente la senda del progreso y desarrollo,esto es aprovechado por los detentadores del poder, quienes para alcanzarlo no miden los medios de llegar a el, a£n a costa de cualquier precio.En su ambici¢n sin l¡mites, una vez alcanzado el poder, ocultan el mayor tiempo posible sus fracasos y cambios de rumbo, presentando medidas, que pretendidas como positivas, no son mas que meros paliativos de los
groseros errores cometidos en el pasado.

Tal actitud mueve a pensar que el arte de gobernar, consiste en la
actualidad, en evitar que se haga notoria la incompetencia, apelando a diversos artilugios como ser; falsedad en la informaci¢n, presiones, deslealtad, venalidad, etc. Todo ello apoyado por una excelente propaganda, que tender a demostrar airadamente el logro de la meta propuesta.

Resulta lamentable, que atraves de estas actitudes quede como
ense¤anza, que la falsedad es el derecho natural del pol¡tico y que las escasas cualidades morales e intelectuales a las que recurre, mancomunadas con la falta de capacidad y responsabilidad justifique solo la necesidad de conservar su vanidad personal.

En la actualidad los hechos de referencia alcanzan tal magnitud,
que ante la disyuntiva de tener que cambiar de opinion o tener que sumir a la Nacion en una politica nefasta, se elige, sin dudarlo esta ultima. Estos hechos , contradictorios a todo modelo demoicratico, tienen su eejemplo en la situaci¢n en la que vive el ciudadano argentino, el que ha perdido consideraci¢n y respeto, descuidando su interes y tranquilidad.

Parece que se hubiera olvidado que el Estado debe estar al servicio del ciudadano, para protegerlo en su libre expansi¢n espiritual, cultural y laboral; el valor de un pais es la suma de los valores de sus hijos. El gobierno que trata de sustituir el logro del desarrollo individual por sus propios intereses, es regresivo y amenaza la dignidad humana.

La actitud personalista de la dirigencia gubernamental, recuerda  el accionar de los jueces del siglo XVI, los que administraban justicia en nombre de un derecho que solo ellos conocian, mientras que los sometidos a juicio lo ignoraban. Actitudes similares se vivencian hoy en dia, los sistemas gubernamentales se mueven en un marco en donde impera una totalidad indiferencia y falta de sensibilidad, frente a los problemas que
aquejan al ciudano com£n, originando la profunda crisis que se evidencia diariamente.

La situaci¢n planteada, presenta dos aspectos notorios, por una
parte, blandura respecto al manejo del poder, mientras que por otra, dureza respecto al ciudadano com£n. De esta forma se consigue mantener el servilismo de sus allegados asegurandoles estabilidad, mientras dure su gobierno, permitiendo de esta forma el accionar de grupos de presi¢n
financiera, los que alcanzan un poder excesivo y a los que se les concede el monopolio de la corrupci¢n. De esta forma se forjan las armas necesarias que pondran fin a las revelacionews e indiscreciones que podrian perjudicarlos.

Las sociedades que poseen un patr¢n democr tico debil y
desorientado, se hallan a merced de los especialistas de la destrucci¢n, a los que solo anima, preparar el desmoronamiento del orden institucional, elemento b sico de toda sociedad libre, organizando mediante el escarnio de vilolencia psicol¢gica y f¡sica, su descredito.Cuando mediante estos procedimientos, se consigue desmoralizar al pueblo, haciendole perder su
credibilidad en las instituciones de la democracia, insuflandole dudas y desconciertos sobre sus beneficios, hasta minar sus intereses y deseos de manifestarse, se habr conseguido desarmar la voluntad moral de la Naci¢n.

Guillermo Cesar Vadillo